La isla de Tabarca es la de mayor tamaño de cuantas existen en el litoral de la Comunidad Valenciana, y la única de ellas que se halla habitada. Con un censo de 61 habitantes en el año 2012 y unas aguas que poseen la categoría de reserva protegida, el entorno de naturaleza mediterránea es todo un lujo para aquellos que busquen pasar unos días de tranquilidad y comunión con el entorno. Los paseos por el campo hasta el cementerio o el faro, ver el atardecer desde la muralla o aventurarse hasta la cantera, donde aún hay restos de la extracción de piedra para la construcción de la iglesia o de la propia muralla son algunas de las actividades que se pueden realizar a lo largo de todo el año, mientras que en verano no hay mejor opción que la de bañarse en alguna de sus calas, como el Puerto Viejo con vistas a la bahía de Alicante, o la Cala del Francés, sin olvidar su playa de aguas limpias como el cristal.